Buscar este blog

miércoles, 2 de junio de 2010

Volviendo a la agenda

Por: Andrea Mesa Quiceno

El ejercicio profesional del periodismo debe ser guiado por la ética, para que ésta proporcione un marco de trabajo que le permita al periodista dirigir las funciones esenciales de su trabajo, establecer sus políticas y estrategias para su correcto desempeño.

La ética, es una vivencia aplicable a todo el ejercicio periodístico, hasta una agenda propia se ve relacionada con el tema ético. Al observar algunos medios locales, tanto de prensa como televisión y radio, se podría pensar que no tienen una agenda propia porque los temas se repiten en todos los medios y se analizan de maneras similares. Me parece que la agenda propia sirve para referenciar un periodismo, valga la redundancia, propio con criterio y posturas personales.

Por esta razón, ante el cuestionamiento de “Cómo hacer una agenda propia puesto que sólo puedo reproducir menos de un minuto de información, no dejar de dar alguna noticia que emite otro medio, sobre todo en una ciudad en donde el cambio de un funcionario todavía es noticia para todo mundo” sería pertinente pensar que lo primero es volver a establecer una agenda propia que le permita al periodista manejar la información de manera libre, sin necesidad de pensar en la competencia permitiendo que sus noticias pasen de ser algo predecibles y además le permita al receptor sentirse identificado y ver reflejados sus intereses.

Cuando se menciona que lo primero es establecer la agenda, la opinión del periodista Gustavo Colorado afirma esta postura ya que él dice “en las regiones se ve la imposibilidad de tener una agenda propia porque está directamente relacionada con la pauta, la pauta la tiene el poder político y la tienen dos o tres empresas entonces digamos que quien intenta construir una agenda propia se queda por fuera de los presupuestos publicitarios”. Una vez replanteada la situación de la agenda, la pauta y la competencia, el periodista debe volver sus ojos a la ética para intentar establecer sus políticas y estrategias para su correcto desempeño en esto que será la agenda propia. Hoy los periodistas no tienen tiempo, son facilitas y se conforman con sacar sus publicaciones de lo evidente y repetido, de lo que sus pautas publicitarias piden o les conviene. En este sentido, éticamente se espera que la agenda de un periodista, por más pequeño sea el medio al que pertenece, sea fundamental para su ejercicio y así cumpla el objetivo de diversificar su información y darle una connotación diferente. La agenda propia llama al periodista a trabajar de nuevo, a tener tiempo para su ejercicio “Las agendas propias apuntan al periodismo investigativo y a fortalecer la información de carácter social, más de periodismo comunitario, de ciudadanía” según Mariel Márquez.
El periodista tiene que apelar a un olfato noticioso, a estar consciente de que tiene un lector y así, de cierta manera intentar marcar la diferencia con otros medios pudiendo generar temas que respondan al interés de los lectores, temas propios que le dan al medio una personalidad identificable, temas comunes tratados de manera propia, con un estilo particular. A parte de la ética, el periodista Luis Francisco Arias, considera que la agenda propia es un tema que va más allá “más que un tema ético se trata de ser creativo y diferenciador en el momento de ofrecer información al público. La idea sería no quedarse sólo con las declaraciones del funcionario, como es lo habitual, sino buscar fórmulas para informar alrededor del tema, no del personaje”.

Hay que volver a la agenda. La agenda propia que tiene compromiso por una búsqueda exigente de la verdad, que tiene independencia y responsabilidad con el lector y la sociedad. Hay que volver a la agenda, una agenda propia que le permita al periodista ser él mismo, que produzca lo que debe, lo que le interesa y lo que es pertinente y no lo que encuentra “por ahí” y le resulta fácil.
Pero lo primero, es volver a la agenda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario