Por : Mauricio Alejandro Arias
Caso N° 39
¿Es ético que el jefe de prensa de un municipio, sea a la vez editor responsable de un sitio web de noticias y, además, tenga un programa de radio semanal?
En ninguno de los sentidos sería responsable porque se podría caer en intentos o esfuerzos propios, para terminar siendo un activista de la comunicación para manipular a sus oyentes o lectores, siempre en la búsqueda del beneficio de su administración.
El sesgamiento y la desinformación también jugarían un papel determinante pues serán muchas las veces que no va a hablar ni comportarse como periodista, sino como el dueño de sus medios, primando los intereses económicos por encima de la buena información.
En este sentido no se podría hablar de periodismo independiente pues no se tendría total libertad de transmitir las noticias, Luis Francisco Arias explica este tema de la siguiente manera: “Un funcionario público en propiedad, como lo es un jefe de prensa de una Alcaldía, tiene como una de sus responsabilidades principales promover los programas y gestiones desarrolladas por su jefe, el alcalde. Por lo mismo, no debería ejercer el periodismo y menos como editor desde un medio que como un sitio web de noticias o un programa de radio se presume independiente, pues es lógico que sus medios de comunicación terminarán siendo usados como herramientas de promoción de la administración municipal”. Así pues veríamos debilitada la democracia por la influencia que el estado podría ejercer en los medios locales.
Para el periodista Pablo Granada no es ético puesto que según él, se podrían dejar de lado los intereses de las personas del común, es decir, “en el caso de adjudicación de contratos el jefe de prensa tendría siempre la prioridad sobre todo en lo que a dineros de pautas de las entidades públicas se refiere, mejor dicho, él se haría los contratos a sí mismo, cuestión que sería deplorable”. Por otro lado Gustavo Colorado comenta que en este caso no habría nada de malo que el jefe de prensa de una Alcaldía manejase sus propios medios “Entrará a reñir con la ética en el momento en que el periodista empiece a mezclar las cosas, y a permitir que los intereses de un lado incidan en los del otro, afectando tanto la forma como el contenido de la información”.
Cuando esto sucede y los medios pasan al servicio de los funcionarios y dejan de servir a la ciudadanía, pierden su función esencial “Por principio cualquier medio periodístico está obligado a servir a la sociedad como fiscal del poder; en el caso propuesto se actuaría a la vez como fiscal y como vocero del fiscalizado, dos funciones incompatibles”, explica Javier Darío Restrepo, quien desde su perspectiva comenta sobre los medios de comunicación y como estos dotan de instrumentos a la sociedad para ejercer control hacia el estado.
Por esta misma razón no sería ético el caso que estamos planteando ya que ¿cómo harían los medios de comunicación amañados por el gobierno para implementar herramientas de presión en las personas hacia el estado, si están hablando desde este último? Y es que precisamente la acción del periodista es informar pero de manera veraz y sin ningún tipo de prejuicio, retomando a Javier Darío Restrepo encontramos que “Necesitamos un periodismo que nos permita comprender que la política es ante todo la creación de nombres, lugares, y actores que sirven de marcas para agrupar unir y asociar. Que el vocabulario, definitivamente se ha ampliado en estos años y que el asco y el enamoramiento únicamente., no sirven para evaluar la dinámica cotidiana”.
En conclusión vemos que no sería ético manejar algún medio siendo jefe de prensa del municipio, pues no tendríamos la suficiente credibilidad para informar a una comunidad sobre el mal accionar del estado si estamos trabajando para ellos, con lo cual no me refiero a que por este motivo se esté en contra del gobierno, simplemente es un caso en el cual si bien se podría dar, no sería ético mezclar las dos partes.
Caso N° 39
¿Es ético que el jefe de prensa de un municipio, sea a la vez editor responsable de un sitio web de noticias y, además, tenga un programa de radio semanal?
En ninguno de los sentidos sería responsable porque se podría caer en intentos o esfuerzos propios, para terminar siendo un activista de la comunicación para manipular a sus oyentes o lectores, siempre en la búsqueda del beneficio de su administración.
El sesgamiento y la desinformación también jugarían un papel determinante pues serán muchas las veces que no va a hablar ni comportarse como periodista, sino como el dueño de sus medios, primando los intereses económicos por encima de la buena información.
En este sentido no se podría hablar de periodismo independiente pues no se tendría total libertad de transmitir las noticias, Luis Francisco Arias explica este tema de la siguiente manera: “Un funcionario público en propiedad, como lo es un jefe de prensa de una Alcaldía, tiene como una de sus responsabilidades principales promover los programas y gestiones desarrolladas por su jefe, el alcalde. Por lo mismo, no debería ejercer el periodismo y menos como editor desde un medio que como un sitio web de noticias o un programa de radio se presume independiente, pues es lógico que sus medios de comunicación terminarán siendo usados como herramientas de promoción de la administración municipal”. Así pues veríamos debilitada la democracia por la influencia que el estado podría ejercer en los medios locales.
Para el periodista Pablo Granada no es ético puesto que según él, se podrían dejar de lado los intereses de las personas del común, es decir, “en el caso de adjudicación de contratos el jefe de prensa tendría siempre la prioridad sobre todo en lo que a dineros de pautas de las entidades públicas se refiere, mejor dicho, él se haría los contratos a sí mismo, cuestión que sería deplorable”. Por otro lado Gustavo Colorado comenta que en este caso no habría nada de malo que el jefe de prensa de una Alcaldía manejase sus propios medios “Entrará a reñir con la ética en el momento en que el periodista empiece a mezclar las cosas, y a permitir que los intereses de un lado incidan en los del otro, afectando tanto la forma como el contenido de la información”.
Cuando esto sucede y los medios pasan al servicio de los funcionarios y dejan de servir a la ciudadanía, pierden su función esencial “Por principio cualquier medio periodístico está obligado a servir a la sociedad como fiscal del poder; en el caso propuesto se actuaría a la vez como fiscal y como vocero del fiscalizado, dos funciones incompatibles”, explica Javier Darío Restrepo, quien desde su perspectiva comenta sobre los medios de comunicación y como estos dotan de instrumentos a la sociedad para ejercer control hacia el estado.
Por esta misma razón no sería ético el caso que estamos planteando ya que ¿cómo harían los medios de comunicación amañados por el gobierno para implementar herramientas de presión en las personas hacia el estado, si están hablando desde este último? Y es que precisamente la acción del periodista es informar pero de manera veraz y sin ningún tipo de prejuicio, retomando a Javier Darío Restrepo encontramos que “Necesitamos un periodismo que nos permita comprender que la política es ante todo la creación de nombres, lugares, y actores que sirven de marcas para agrupar unir y asociar. Que el vocabulario, definitivamente se ha ampliado en estos años y que el asco y el enamoramiento únicamente., no sirven para evaluar la dinámica cotidiana”.
En conclusión vemos que no sería ético manejar algún medio siendo jefe de prensa del municipio, pues no tendríamos la suficiente credibilidad para informar a una comunidad sobre el mal accionar del estado si estamos trabajando para ellos, con lo cual no me refiero a que por este motivo se esté en contra del gobierno, simplemente es un caso en el cual si bien se podría dar, no sería ético mezclar las dos partes.
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