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lunes, 12 de abril de 2010

Un País sin memoria





http://latinoamericanoargentina.blogspot.com/2010/03/el-tema-del-pluralismo.html

Por : Tania Camila Garavito Rodríguez




En el mundo existen diferentes conflictos: culturales, religiosos, climáticos, ideológicos, etc. y son estas diferentes circunstancias las que hacen que las culturas actúen de una u otra manera, respecto a su solución de dilemas.

Es por esto que los periodistas como muchos otros profesionales necesitan de las leyes o parámetros dados por un organismo establecido de acuerdo al entorno y a las experiencias que se muestran en éste, para poder así actuar bajo estos parámetros sin atentar contra la ética y respetar a la sociedad que confía en ellos y en su profesión que les dio el nombre.

Lastimosamente en Colombia esto no existe y además no es posible por el momento, ya que penosamente a los periodistas colombianos no les interesa estar acogidos o tener ese deber de informar la verdad, porque el bienestar individual prima sobre el general.

Pero tampoco puedo generalizar, no todos los periodistas del país actúan bajo sus propios intereses, eso sí, son profesionales que trabajan en medios creados por ellos mismos, espacios poco vistos, escuchados o leídos, que por la fuerza temeraria y opresora de los poderosos viven grandes situaciones de angustia, amenazas y exilios, la censura que amputa los ojos, la lengua y las manos, dejando a la sociedad sin herramientas para establecer juicios de valor frente a las acciones de los políticos, con respecto a sus deberes frente a su país y a las leyes. La no existencia de la autorregulación de los periodistas no solo le quita a la sociedad su derecho a informarse sino su deber de regular las acciones de los políticos que escogieron para velar por los intereses generales del pueblo.

Es allí donde entra esa sucia unión de los periodistas y los políticos, que aquí y en todo el mundo han manchado e insultado al pueblo que les brindó su confianza ciega y su valioso voto, estas dos fuerzas poderosas son excesivamente habilidosas, para crear artimañas, nubes de humo para despistar, atemorizar y volver al pueblo en absolutos ineptos que abandonan su deber de hacer un seguimiento, exigir y regular los mandatos de aquellos políticos y las acciones de los periodistas que ya no le sirven a la gente sino a sus propios intereses.

Un ejemplo reciente de esto lo podemos ver en la Emergencia Social decretada por el señor presidente de la República de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, un muy grande error como se ha vuelto costumbre en su mandato enfermizo de más poder y bienestar propio, sin duda alguna un gran golpe para su campaña electoral, que puso en su contra un sector de gran importancia y con una gran capacidad de crear opinión y movilizar masas, “el sector salud”; los médicos que pierden su autonomía, los colombianos con enfermedades de alto riesgo que antes recibían una muy mala atención y eso si recurrían a las tutelas, ahora su única opción es tener mucha plata y si no dejarse morir.

Después de ver su colosal traspié y como es de costumbre el presidente culpa totalmente a su ministro de protección social, con palabras tales como mediocre, recordemos que en escándalos pasados Uribe siempre sale bien parado porque la culpa de todo la tienen sus ministros, y él nunca se da cuenta de nada, es un ser humano que actuó de buena fe.

En plena polémica el presidente viaja a México a la “cumbre de Cancún”, y hace lo que más le gusta, pelear, con el mandatario más polémico de Sur América, Hugo Chávez, en ese momento los medios como el canal RCN hacen un cubrimiento especial de la situación, dejan a un lado todas las demás noticias y dan paso a los expertos, las amenazas, la reacción del presidente, y la Emergencia Social se olvida y a los colombianos se les olvida, y Uribe retoma su popularidad porque defiende a su país apunta de discusiones frente al malvado y amenazante Chávez.

En fin la autorregulación es necesaria pero inalcanzable, sí existen profesionales éticos, pero mientras éstos no estén en la cúspide jerárquica de los medios, seguirá existiendo esa unión podrida que inhabilita y entorpece a todo aquel que se le enfrenta.

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