Por: Marisol Vergara Martínez
Como diría Albert Camus “una prensa libre puede ser buena o mala, pero sin libertad la prensa nunca será otra cosa que mala”, si hacemos caso a esta frase damos por entendido que la prensa en Colombia es mala, pues los que intentan hacer un periodismo bueno y honesto se ven censurados, amenazados y hasta asesinados y los demás simplemente informan lo que se puede informar.
La prensa en Colombia desde sus inicios se ha visto afectada por diferentes problemas, algunos de ellos, y tal vez los más relevantes, son la falta de libertad para expresarse y las constantes censuras a las que ha tocado hacerle frente, problemas que no deberían existir debido a que la misma Constitución Política del país señala en su artículo 20 que “Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura”.
Al parecer es de gran dificultad para los gobernantes del país respetar y exigir una validez para cada uno de los puntos que plantea la Constitución Política, sin embargo y aunque ellos digan que están comprometidos con esto, la realidad, de no sólo la prensa del país sino además muchas otras problemáticas, demuestran lo contrario, ejemplo de ello es el actual presidente Álvaro Uribe, quien como política de gobierno reafirma un compromiso por defender la libertad de prensa en Colombia y la no censura y después de 8 años de gobiernos se siguen presentando denuncias, amenazas y asesinatos a los periodistas del país.
Si se hace un diagnostico reciente acerca de los periodistas afectados por la falta de libertad de expresión y prensa que se vivencia en el país se puede mencionar la muerte de periodistas como: Gustavo Rojas Gabalo periodista de Radio Panzenú en Montería, Milton Fabián Sánchez, periodista de Yumbo Estéreo en el Valle del Cauca, Javier Darío Arroyave, periodista de la Emisora Ondas del Valle en Cartago y José Everardo Aguilar periodista de Radio Súper / Bolívar Estéreo en Cauca, sin mencionar muchos otros asesinados, agredidos, amenazados y desaparecidos.
De esta manera y en medio de este tedioso panorama el periodismo en Colombia cada vez se hace más vago y mediocre, sin descalificar los tantos nombres de periodistas que aunque exiliados o escondidos en el país insisten en hacer pública la verdadera situación que se vive actualmente.
Hacer que en Colombia exista la libertad de prensa es una necesidad que todas las personas, periodistas o no, debemos defender, pues de ésta depende el buen desarrollo de no sólo el periodismo sino además de una sociedad que necesita estar informada verazmente.
Tanto los periodistas en oficio como los que apenas nos preparamos somos los encargados de velar por unas normas y derechos que se hagan realidad, que garanticen el buen desarrollo de esta actividad y el respeto a la vida de los periodistas.
Como diría Albert Camus “una prensa libre puede ser buena o mala, pero sin libertad la prensa nunca será otra cosa que mala”, si hacemos caso a esta frase damos por entendido que la prensa en Colombia es mala, pues los que intentan hacer un periodismo bueno y honesto se ven censurados, amenazados y hasta asesinados y los demás simplemente informan lo que se puede informar.
La prensa en Colombia desde sus inicios se ha visto afectada por diferentes problemas, algunos de ellos, y tal vez los más relevantes, son la falta de libertad para expresarse y las constantes censuras a las que ha tocado hacerle frente, problemas que no deberían existir debido a que la misma Constitución Política del país señala en su artículo 20 que “Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura”.
Al parecer es de gran dificultad para los gobernantes del país respetar y exigir una validez para cada uno de los puntos que plantea la Constitución Política, sin embargo y aunque ellos digan que están comprometidos con esto, la realidad, de no sólo la prensa del país sino además muchas otras problemáticas, demuestran lo contrario, ejemplo de ello es el actual presidente Álvaro Uribe, quien como política de gobierno reafirma un compromiso por defender la libertad de prensa en Colombia y la no censura y después de 8 años de gobiernos se siguen presentando denuncias, amenazas y asesinatos a los periodistas del país.
Si se hace un diagnostico reciente acerca de los periodistas afectados por la falta de libertad de expresión y prensa que se vivencia en el país se puede mencionar la muerte de periodistas como: Gustavo Rojas Gabalo periodista de Radio Panzenú en Montería, Milton Fabián Sánchez, periodista de Yumbo Estéreo en el Valle del Cauca, Javier Darío Arroyave, periodista de la Emisora Ondas del Valle en Cartago y José Everardo Aguilar periodista de Radio Súper / Bolívar Estéreo en Cauca, sin mencionar muchos otros asesinados, agredidos, amenazados y desaparecidos.
De esta manera y en medio de este tedioso panorama el periodismo en Colombia cada vez se hace más vago y mediocre, sin descalificar los tantos nombres de periodistas que aunque exiliados o escondidos en el país insisten en hacer pública la verdadera situación que se vive actualmente.
Hacer que en Colombia exista la libertad de prensa es una necesidad que todas las personas, periodistas o no, debemos defender, pues de ésta depende el buen desarrollo de no sólo el periodismo sino además de una sociedad que necesita estar informada verazmente.
Tanto los periodistas en oficio como los que apenas nos preparamos somos los encargados de velar por unas normas y derechos que se hagan realidad, que garanticen el buen desarrollo de esta actividad y el respeto a la vida de los periodistas.
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