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lunes, 5 de abril de 2010

El Periodismo: La Profesión de la Verdad

Por : Melissa García


El mundo del periodista es mordaz, lleno de tentaciones, críticas, logros, amarguras y felicidades que hacen de esta profesión un cúmulo de logros y dificultades maravillosas, el periodismo es una aventura, una mazo de poder que da la facilidad de crear y destruir en cuestión de minutos, por lo cual, es sumamente importarte no dejar que nos ceguemos por esta ilusión de superioridad y la apacigüemos sabiendo nuestros límites y la ética con la cual debemos actuar.

Cuando hablamos de una Ética, empezamos a plantear gran número de teorías que hacen más difícil concretar una definición universal que nos guie por los caminos de la moralidad y del bien, la ética es definida por Nietzsche en el capítulo de los mil y un fines de Zaratustra como algo relativo, que varía dependiendo del pueblo, ya que en algunas culturas algo que es llamado como bueno para otras culturas es vergonzoso, lo que nos presenta un dilema y una solución, el problema se basa básicamente en el hecho de no tener una ética totalmente universal que indique a cada uno cómo actuar correctamente.

La solución mas acertada desde mi punto de vista sería reforzar los valores internos de cada persona, desarrollar internamente la compasión y el interés por todos los que comparten nuestro planeta, nuestra comunidad y nuestra familia, respetando nuestra libertades pero sin pasar al extremo de herir o violentar los de los demás.

La profesión del periodismo da la oportunidad de formar una conciencia ética y técnica diferente a la de otras profesiones, donde el servicio social en pro de los demás pasa de largo cuando se trata de dinero, de publicidad y encontrar el bien individual, todo lo contrario a la verdadera razón de ser de un periodista, que tiene en sus manos no sólo la facultad sino el deber de informar veraz y oportunamente los acontecimientos y las novedades que ocurren diariamente a nuestro alrededor.

La decisión de ser Comunicadora Social-Periodista llegó a mi vida cuando aun era muy joven y no comprendía la responsabilidad que acarreaba ser ese contacto directo entre la información y la comunidad, que espera encontrar en cada uno de nosotros un aliado para conocer esos temas que aunque ocultos despiertan el interés de cada uno de ellos.

Lastimosamente, tanto para la profesión como para la sociedad se ha caído en una crisis de valores, de pensamientos erróneos sobre el valor del periodismo, de la indagación, ha dejado de ser vista, tanto por los estudiantes y profesionales de esta carrera como un ejercicio serio y sumamente importante para mantener un equilibrio entre la verdad, el sensacionalismo y la mentira en la cotidianidad.
Ahora esta carrera es escogida, por algunos, como un pretexto para llegar a los medios de comunicación y ser famosos, obtener dinero y vender no solo su imagen y su voz al mejor postor si no también sus pensamientos, es por este tipo de razones por las cuales al periodismo no le falta una ética, falta una ética profesional dinámica no estática, para aquellos que sin ningún escrúpulo manchan el buen nombre de aquellos que no venden su dignidad y tienen en cuenta el precepto fundamental, dar elementos adecuados para mantener correctamente informados a la comunidad.

No podemos buscar una moralidad para la información, todo depende de una acción, de un estado de ánimo, de las características éticas de aquel que desea dar a conocer un acontecimiento, no debemos escudarnos en la tan utilizada libertad de prensa para publicar datos sensacionalistas y sin una confirmación clara, debemos recordar que estamos aquí para darnos a la sociedad y cumplir con nuestro deber de la mejor manera.

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