La verdad o la comodidad, esa es la cuestión

Por: Tatiana Giraldo Cárdenas

“todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.” (Artículo 19, Constitución Nacional de Colombia, 1999), el cual expresa claramente el derecho que poseen los ciudadanos y por ende los periodistas de poder expresar lo que piensan sin obstáculo alguno, el problema es que la realidad es otra, como se observa diariamente en el país.

En la actualidad, los periodistas son un blanco perfecto de aquellos que poseen el poder y quieren tener el control de lo que se dice y de lo que no; es por ello que en Colombia el derecho a la libre expresión está siendo desviado y violado a favor de los pocos burgueses que necesitan beneficiarse de los que transmiten la información y tienen credibilidad dentro de la sociedad.

Sin embargo, no se puede dejar de lado que al interior de este país todavía existen periodistas que quieren y sienten un compromiso y una lealtad hacia los ciudadanos en pro de la verdad, aun a sabiendas de que se tienen que enfrentar a una realidad en la que son vulnerados, agredidos, demandados o hasta asesinados, por denunciar los actos ilegales y afectar de esta manera a los que poseen riqueza y posición.
Es de este modo como actuó el periodista Alfredo Molano Bravo, un periodista que como muchos ha sido víctima de sus palabras: “víctima de su propio invento”, como dicen por ahí, quien fue judicializado por el simple hecho de opinar y expresar su punto de vista acerca de los negocios y actividades ilegales de ciertos personajes reconocidos política, social y económicamente que actúan obteniendo solo un beneficio propio.

Esta es solo una de las tantas formas de como en Colombia se vulneran los derechos de los ciudadanos, en los cuales se le da ventaja a unos pocos y no precisamente a los que tienen la verdad en sus manos, sino por el contrario a los que poseen el poder. Entonces ¿la verdad o la comodidad?, esa es la cuestión y que respondan los que se han tenido que enfrentar a los múltiples problemas que conlleva hablar de verdad y de justicia, en este un país manchado por la violencia y por los enormes problemas sociales que afectan diariamente a los colombianos.