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lunes, 5 de abril de 2010

La responsabilidad de la ética

Por : Julián David Betancourt Valencia


La ética, con todos sus significados y repercusiones en la vida diaria, se ha convertido en uno de los asuntos más tocados y discutidos por las diferentes ramas de la educación en ciencias humanas y sociales, sobre todo por las reacciones y significados que se proponen de ésta en los contextos en que se ve sumergida.

Se vuelve tema de discusión que muchas veces pierde sentido cuando aquellos que hacen parte de la misma entran a opinar llevados con la emoción más que con la razón, cayendo en pleitos que desembocan en una conversación sin argumentos o conceptos personales que no generan un buen proceso de información.

Encontrar un punto de equilibrio entre las diferentes nociones y pensamientos que se puedan generar al hablar de una situación que por lo general se mueve en las arcas de la subjetividad resulta complicado, pero se debe buscar la manera de poder entrar en diálogo con el otro teniendo como base fundamental el respeto por las ideas y opiniones concebidas por la otra persona, donde se busque un proceso de retroalimentación y crecimiento colectivo.

La ética es un concepto y una acción que casi hace parte de la cotidianidad. Es la que, la mayoría de las veces, dirige la forma de pensar, hablar y actuar de los sujetos en sociedad, sea en las circunstancias que sea el hombre siempre desarrollará una acción teniendo como referencia lo que para él está bien o mal hecho.

No obstante, existen reglas y patrones de comportamiento que han sido aceptados por la sociedad y son éstos quienes determinan el buen o mal funcionamiento de la misma. Así, lo que es bueno para una sociedad que tiene sus reglas definidas, no lo será para otra que tiene diferentes parámetros o criterios de socialización.

La ética periodística no es ajena a esta realidad, pues aunque se habla de una actividad que se debe desarrollar bajo criterios de formación e información responsables, buscando el bien común por encima del personal, buscando la verdad para transmitirla con veracidad y objetividad, es un oficio que muchas veces se ve empañado por las malas acciones de unos cuantos a los que sólo les interesa dar una primicia sin verificar qué tan cierto es lo que van a “informar”.

En las manos del periodismo de hoy está la responsabilidad de documentar y mostrar la realidad y así mismo buscar las herramientas para transformarla. En esta labor debe primar el interés colectivo guiado por principios y valores como la ética, el respeto por la verdad y los protagonistas que la hacen posible y la tenacidad en la investigación para producir noticias que informen e instruyan a la sociedad.

La familia como órgano formador de relaciones sociales y la academia como herramienta de apoyo personal, deben ser las bases que contribuyan a la formación de personas íntegras, equipadas con todos los fundamentos, aptitudes y actitudes que permitan llevar a cabo una de las actividades más importantes de los últimos tiempos: el periodismo.

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