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lunes, 5 de abril de 2010

La ética del Periodismo como constructora de una sociedad participativa

Por: Fabián Pulido Bustamante

Entre los principios del periodismo los autores colocan como primer elemento la obligación de informar con la verdad. Así corresponde a un trabajo cuya primera lealtad es con los ciudadanos. Éstos procuran confiar en los periodistas porque deben llevar a cabo un trabajo riguroso de síntesis y de verificación de la noticia, con plena independencia tanto de las fuentes como de la empresa editora. El periodismo debe respetar la conciencia de sus profesionales para desempeñar un trabajo que se hace cada vez más necesario para la salud de la sociedad democrática.


¿Para qué sirve la ética en el periodismo? Esta pregunta se hace más urgente cuando se percibe una cierta pérdida de confianza por parte de los ciudadanos hacia los medios de comunicación.

Un punto de partida en la rama informativa ha sido el tratamiento de la información con veracidad. Determinar qué información es veraz y cuál no lo es, no ha sido una tarea sencilla que admita significados relacionados sin mayor discusión. En todo caso, la veracidad supone ante todo una actitud del periodista, encaminada a actuar con cuidado y prontitud, con apego a los hechos en lo fundamental.

El buen ejercicio periodístico implica tener en cuenta el Código de Ética del Periodista, el cual determina el buen comportamiento del profesional, fundamentado también en sus juicios de valor y en la moral, lo que de una u otra forma condiciona su correcto accionar al momento de informar.

Sin embargo, existen factores externos que hacen que el ejercicio periodístico sea visto por algunas personas como una profesión que está mediada por agentes económicos e ideológicos motivados por las grandes cadenas informativas, que en su afán por proteger los intereses de los anunciantes ó por establecer afinidades con los Gobiernos de turno, generan inquietudes entre la audiencia, pues la sociedad de consumo y los intereses que se manejan detrás de los medios, como la publicidad y las corrientes económicas pueden tergiversar la información, haciendo a un lado, en algunos casos, los códigos de ética y comportamiento de un periodista. “Esta situación de caos moral refuerza el asedio por múltiples flancos al periodismo, que va desde el asesinato de periodistas hasta la presión directa de los anunciantes y ha llevado a una pérdida de independencia comprensible pero no siempre justificable”. Ética para Periodistas (Pág.9)

Cabe resaltar que existe cierta controversia en el concepto de universalidad de la ética y la moral, términos que establecen el buen comportamiento de los seres humanos, pero que, sin embargo, están también fijados por los factores socioculturales de cada región, tal como se señala en el texto; “Spengler: Hay tantas morales como culturas. Cada cultura tiene su propio criterio ético, cuya validez con ella empieza y con ella termina. No existe una moral universal humana”. (Pág. 23).

El periodista debe trabajar para el ciudadano, ya que el periodismo es un órgano que vela por el cumplimiento y buen funcionamiento del sistema democrático. La labor del periodista no debe ser otra que poner al alcance del común de las personas la información que por otros medios no obtendría. Es un generador de opinión, entonces debe generar en la sociedad, preguntas e inquietudes para que la sociedad se cuestione sobre los asuntos de interés, generen criterio y sociedad civil participativa, sujetos sociales que se cuestionen y se critiquen sobre los modelos de conducta y gestión de sus dirigentes para hacer del ejercicio periodístico una labor transparente que sirva como pilar fundamental de una sociedad activa.

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