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miércoles, 26 de mayo de 2010

La verdad ante todo

Por: Julián David Betancourt Valencia

Caso 5.

El periódico del cual usted es director tiene pruebas exclusivas de que un hombre que es considerado un pilar de la sociedad ha robado el equivalente de 1 millón de pesos de un fondo de caridad. Hasta el momento no se ha presentado una acusación penal contra el hombre.

Al ser encarado por un reportero del periódico, el hombre prometió que restituiría el dinero. Ruega al periódico que no publique el reportaje porque su esposa está en el hospital con una grave enfermedad y teme que el escándalo la mate.



Durante toda la carrera de Comunicación Social – Periodismo se ha hecho énfasis en la búsqueda de la verdad y la transmisión de la misma a través de los diferentes medios que se abren para tal fin, todo siguiendo una sola premisa: mantener bien informada a la sociedad.

Si soy el director de un periódico y tengo en mis manos pruebas que avalen, me certifiquen y me permitan llevar un tema hasta las últimas consecuencias, es mi deber como periodista hacer prevalecer el derecho a la información que tienen todas las personas y más aún cuando se trata de un tema que le compete a la comunidad en general, pues no sólo se habla del robo de un dinero, sino también de que ha sido un personaje de la vida pública el que lo ha hurtado.
La situación personal que aqueja al protagonista de esta historia pasa a un segundo plano, porque más allá de que se trate de la vida de su esposa, se trata también de un tema de interés público, que afecta el funcionamiento de un grupo específico de personas.

El hecho de que el hombre pretenda devolver el dinero no lo exonera de haber cometido el delito, por ende debe ser acusado y judicializado por haber cometido un acto violento contra la sociedad. Allí la verdad y la información deben ser los pilares que sustenten y permitan conocer el delito que cometió dicho sujeto. Debe primar el bienestar colectivo sobre el individual.

Como bien lo manifiesta el periodista Henry Carvajal Castro: “Si es un medio de comunicación que tiene pruebas valoradas y se debe a sí mismo como entidad periodística, debe publicar. El hecho de que el implicado haya devuelto el monto del dinero que se robó, no lo exime de un delito, por lo tanto es un delincuente y los medios deben denunciar a los delincuentes, mucho más cuando tienen pruebas valoradas.”

Javier Darío Restrepo propone su solución al tema siguiendo los mismos lineamientos sociales, sobre el periodismo como una herramienta para el bien de la sociedad y argumenta que: “Los medios de comunicación deben ser respuesta a la sociedad entera (...), la responsabilidad del periodista y de los medios periodísticos es para con toda la sociedad.”
Siendo así, el hombre debe pagar por el delito que cometió, su caso debe ser expuesto a la luz pública y debe responder por lo que hizo, más allá de la situación personal por la que esté atravesando.

Al respecto, Ana María López Rojas comenta que; “Si la esposa se muere o no se muere es problema de él como individuo, pero yo tengo una responsabilidad social como periodista y eso no puede obstaculizar el hecho de que yo publique o no publique una información que conozco y tengo las pruebas que me sustentan lo ocurrido.”
Tomando una posición más radical, pero igualmente ajustada a las demás declaraciones, Luis Fernando Marín comenta que; “Si las pruebas son totalmente confiables y seguras, exijo tres cosas, primero que el dinero sea devuelto, segundo que el periodista publique la nota y tercero disculpas al público por parte del culpable.”

Todos las declaraciones llegan a la solución que se muestra para esta clase de situaciones, la Sociedad tiene el derecho de estar informada sobre los principales acontecimientos que suceden a su alrededor y los periodistas estamos en el deber, en la obligación, de ofrecerles, de comunicarles los hechos más relevantes y que los afectan a todos como ciudadanos.

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